lunes, septiembre 30

El registro fósil, recogido y explicado por la literatura popular (4)

por Heraclio Astudillo Pombo, Universitat de Lleida, Dept. Medi Ambient i Ciències del Sòl


La leyenda de "las patadas del demonio", de la ermita de La Posa, en Isona (Pallars Jussà, Lleida)
Primera parte


La leyenda, una interpretación popular de un fenómeno geológico


En la primavera de 1983, un sábado por la mañana, mientras me hallaba en el barranco de La Posa, en Isona, buscando fósiles de moluscos de ambientes salobres, coincidió a pasar un cabrero que llevaba sus cabras a ramonear, por los alrededores del pueblo de Isona. Después del saludo protocolario y de explicarle que "sólo" recogía "piedras raras", sin ningún valor económico, viendo aquel hombre que me interesaba por las rarezas de las piedras, me confesó que cerca de la cima del cerro que corona una de las laderas del barranco, había una ermita, y que casi hasta su entrada, había una serie de huecos en la roca viva, de los que, las viejas del pueblo, contaban que habían sido producidos por las patas del demonio. Decían las mismas viejas que tales marcas se produjeron, cientos de años atrás, durante una terrible pelea entre san Miguel arcángel y el demonio.

Contaban que cierta noche de horrible tormenta, en la que todos los habitantes de Isona estaban refugiados en sus casas, el astuto Demonio salió del infierno, por un agujero que había en el fondo del barranco, con la diabólica intención de destruir el santuario de la Madre de Dios, existente en la cima de un cerro muy cercano.

El demonio saliendo a la superficie, a través de una grieta del terreno, amparado por la oscuridad crepuscular.
Imagen: Grabado de Gustave Dore para El paraíso perdido, de John Milton (1868).

 
Decían que el demonio ascendió por la empinada ladera, en dirección a la ermita de la Virgen de La Posa, pero al llegar a la cima del cerro, se encontró con una desagradable sorpresa, pues descubrió que san Miguel arcángel, le estaba esperando y dispuesto al combate. El arcángel, tras ser avisado por uno de sus ángeles espías, había descendido del cielo, instantáneamente para plantarse, frente a la ermita, cerrándole el paso al maligno diablo.

La lucha entre el demonio y san Miguel, debió resultar impresionante, pues según contaban las viejas de Isona, los pies del diablo se fueron hundiendo en la roca viva, por efecto de los numeroso y enormes golpes que san Miguel le iba asestando, de tal modo que con cada golpe las marcas de las pezuñas del demonio iban quedando marcadas en la superficie de la roca.


Dos inocentes turistas, madre e hija, se pasean, descuidadamente, sobre la superficie de roca, repleta de agujeros, creyendo que se trata de simples huellas de pisadas de dinosaurios, tal como informa la mayoría de folletos y carteles turísticos. Ignorando de que se trata de las legendarias huellas de las pisadas que el diablo, dejó marcadas en el lugar en el que se produjo una fiera lucha contra san Miguel. Fotografía propiedad de la empresa Turismo Verde S.L
Imagen: Isona i Conca Dellà


Derrotado, humillado, frustrado y magullado, el Demonio se, escabulló como pudo de los dolorosos golpes que le estaba propinando san Miguel, huyendo ladera abajo, en dirección al fondo del barranco. Mientras tanto el ángel que le perseguía le seguía golpeando con celestial saña. Cuando Satanás consiguió llegar al fondo del barranco, se escabulló entrando al infierno por el mismo agujero por el que, poco rato antes, había salido, muy contento y confiado, creyendo que podría realizar su diabólico proyecto sacrílego y destructivo, con total impunidad, aprovechando la la soledad del lugar, la oscuridad de la noche y el fragor de la tormenta.

Pintura al óleo representando la victoria del arcángel Miguel, sobre el Diablo, conservada en la iglesia romana de Santa Maria della Concezione. Obra del pintor italiano Guido Reni, realizada hacia 1636.
Imagen: Michael (archangel) Wikipedia

Aseguraban las mentadas viejas, de Isona, que cualquiera que pudiera dudar de la veracidad del relato, podría comprobar con sus propios ojos que todo era cierto, con solo acercarse hasta la ermita de la “Mare de Déu de La Posa. Allí, en la parte alta de la ladera que da a la fachada de poniente, cerca de la puerta principal, podría ver una zona con las numerosas huellas dejadas por las patas del diablo, durante su pelea con san Miguel. Las huellas de las patas del demonio, tenían la forma de unas oquedades, grandes, bien visibles y eran numerosas.
Debido a esa posición, forma y disposición, antiguamente, las gentes de Isona y de sus alrededores, denominaban aquellas concavidades en la roca “Potades del Dimoni”, debido a su origen, supuestamente, diabólico y la creencia de que el demonio no tiene piernas, sino patas, es decir, "potes", en catalán.


Vista del yacimiento de icnitas, de la ermita de la Posa, desde su parte media-alta. Al fondo la población de Isona, campos de cultivo y la sierra de Sant Corneli. Fotografía de Georama
Imagen: Isona i Conca Dellà


El pastor comentó que "quien quiera que fuese el que hubiera dejado las marcas, sobre la roca", parecía tener prisa pues había seguido un atajo, entre la cima y el fondo del barranco. Posiblemente por eso, antiguamente, se le había conocido como "Drecera del Dimoni" o "Drecera de les potades del Dimoni", es decir, "el atajo del demonio" o "atajo de las patadas de demonio". 
También se comentaba que el hecho de que la vegetación creciera rala y raquítica, alrededor de la zona de  de las huellas y de aquel sendero diabólico, era un efecto de la nefasta influencia del paso del demonio, por aquellos lugares.
  
Pintura extraída del Libro de Horas de Henry VIII, de Francia. Un códice ilustrado con unas extraordinarias pinturas de Jean Poyer, realizado en Tours, hacia 1500. La imagen bien podría representar el final feliz de la legendaria pelea, supuestamente, sucedida en la cima de un cerro muy cercano a la villa de Isona. Obsérvense los pies zoomorfos, del diablo, cuya pisada dejaría huellas zoomorfas sobre las rocas en las que pisara.
Imagen: The Morgan Library & Museum, Nueva York



"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida... ¡ay Dios!. (Rubén Blades, en 'Pedro Navaja')

Hacia 1995, empecé a tomarme en serio el estudio de la Etnogeología catalana y la del resto de España, buscando y recogiendo, activamente, información sobre concepciones, actividades y denominaciones populares, vinculadas a los diversos fenómenos geológicos. Hacia 2002, ya me había decantado por el estudio de la Etnopaleontología ibérica,  influido por la constatación de un hecho que hubiera podido desanimar a otros investigadores más apresurados o menos voluntariosos. Puesto que me di cuenta que por entonces, casi como sigue pasando ahora, el estudio de la "Paleontología popular" era una "terra incognita" y un territorio "casi virgen". Apenas había sido transitado por los estudiosos practicantes de la Etnología ni por los cultivadores de la Paleontología, en el ámbito nacional ni en el peninsular. Por lo tanto, en unas condiciones tan paupérrimas de información y de opinión, publicada en documentos accesibles por Internet, cualquier pequeño descubrimiento que pudiera realizar resultaría ser una gran aportación al conocimiento de las relaciones de las clases populares con el registro fósil de su entorno.

Cuando pretendí documentar la leyenda que ha sido presentada al inicio de esta entrada, no pude obtener los resultados esperados, sino todo lo contrario. Tras consultar diversa bibliografía, en documentos materiales, reales y virtuales, que por entonces creía que serían unas fuentes de información muy apropiada por su temática etnográfica y su localización geográfica, no conseguí encontrar ni una sola mención al respecto: Amades (1929, 1950, 1982, 2001), Bellmunt (1998-2000), Coll (1997), Lluís (1971) y Roma (2002). La decepción fue tan grande como la frustración pues las expectativas eran demasiado ingenuamente grandes.

Desde el siglo VII de nuestra era, hasta hace muy pocos años, el demonio era un personaje muy popular y, hasta, familiar, omnipresente en la vida cotidiana de casi cualquier cristiano, Nadie dudaba de su existencia, de sus poderes sobrenaturales, ni de su maldad.
Ilustración extraída de un códice de 1460, se ha representado una, supuesta, aparición de un estrafalario demonio al papa Silvestre II, al que se le atribuyó la invención de una serie de instrumentos técnicos. Motivo por que fue acusado de tener un pacto con el diablo que, supuestamente, había sido quien le proporcionaba la información necesaria. Obsérvense los pies zoomorfos, cuya pisada dejaría huellas zoomorfas sobre las rocas sobre las que pisara.
Imagen: Wikipedia Silvestre II


Ante la falta, absoluta, de datos bibliográficos, se ideó la forma de obtenerlos de personas de la zona, por eso durante el curso 2004-05, gracias a la contribución de algun@s compañer@s de la facultad, se consiguió reunir un grupito estudiantes de la FCE de la UdL, personas abiertas e instruidas, oriundas de Isona y sus alrededores. Se procedió a consultar sus conocimientos sobre el lugar de la ermita y su folklore, mediante un brevísimo cuestionario. Los resultados fueron muy mediocres, limitándose las respuestas más pertinentes y más conocidas de todos. Informando que a las marcas existentes cerca de la ermita de La Posa, en el pueblo, siempre se las había llamado "petjades del dimoni", es decir "pisadas del demonio", pero desconocían la razón, concreta, de tal nombre para aquel lugar.
Ante el interés, pro-activo, demostrado por el que esto escribe, por seguir profundizando sobre el asunto, l@s estudiantes se comprometieron a buscar más información entre los familiares de más edad y a proporcionármela...
Desgraciadamente, l@s citad@s estudiantes universitari@s, abrumad@s por las numerosas y variadas tareas académicas, al finalizar aquel curso académico, se olvidaron definitivamente del compromiso "inducido" por aquel profesor... y se acabó el proyecto.

 
Cubierta con el diseño típico de la colección de libros de Joan Bellmunt, dedicada a recoger las tradiciones de las gentes de los diversos pueblos, villas y ciudades de las diversas comarca leridatanas. En este caso de uno de los 4 volúmenes dedicados al Pallars Jussà, la comarca donde se halla la ermita de La Posa.
Imagen: Amazon

En 2008, dada la facilidad para poder establecer contacto, vía correo electrónico, con el folklorista J. Bellmunt, autor de 4 volúmenes, sobre las costumbres tradicionales y leyendas de los pueblos de la comarca del Pallars Jussà, obra que ya habían sido consultada, años atrás, se procedió a consultarle personalmente. Se le envió un mensaje con la esperanza de que la leyenda de las pisadas del demonio, hubiese podido ser recogida con posterioridad a la publicación de los 4 vol. citados, pero me confesó que desconocía, completamente, la existencia de tal leyenda. Me propuso establecer contacto con  un clérigo que había sido, años atrás, párroco del pueblo de Isona, por si él conocía la leyenda. Desgraciadamente nunca se pudo localizar al antiguo párroco del pueblo de Isona y por tanto nunca se le pudo interpelar sobre el asunto.

En 2009 se procedió a la búsqueda sistemáticas, en hemerotecas de acceso virtual, gratuito, con unos resultados casi decepcionantes. Afortunadamente, se encontraron dos artículos, interesantes, Molina (1991) y Barba (1995), que confirmaron algo que ya sabíamos, previamente. Aquellas extrañas marcas, en Isona, siempre se las había conocido y llamado "pisadas del demonio", versión castellana de la primitiva denominación catalana , más rústica y popular de "potades del dimoni" o de la denominación alternativa, más sofisticada, urbana y moderna "petjades del dimoni", es decir, "huellas de pisadas del demonio". 

Afortunadamente, también, se pudo descubrir algo nuevo que desconocíamos anteriormente, el hecho de que en el pueblo de Isona, el lugar cercano a la ermita en el que existía la concentración de concavidades, también, se le conocía con el nombre de "potades del dimoni", poniendo de manifiesto que el mismo nombre popular cumplía dos funciones lingüísticas, pues simultáneamente era un 'etnopaleontónimo' (nombre popular de fósil) y un 'etnopaleontotopónimo' (nombre popular de un lugar, motivado por la presencia de fósiles).

Además, también se halló en una entrada del viejo "fotolog" de un joven isonense, del año 2006, la primera cita, escrita, en la que al conjunto de icnitas de la ermita de La Posa, se las daba a conocer como "petjades del diable", es decir, "huellas de pisadas del diablo". Constatamos que el viejo nombre popular, sin perder del todo su significado original, sigue adaptándose a los vientos lingüísticos de los últimos tiempos, hasta acabar por reconvertirse en un nuevo nombre popular más actualizado.

En 2011, apareció una nota informativa, publicada en una revista catalana de promoción del turismo regional, con el atractivo titular "Les petjades del diable", que contenía una escueta referencia al lugar y a las icnitas, Rego (2011), pero sin aportar ningún detalle particular que permitiera ampliar lo ya conocido. De nuevo, nos volvemos a encontrar, con la recreación, moderna y estandarizada, del "viejo y anticuado" nombre popular, al que en pocos años habrá acabado por sustituir, como denominación popular de un antiguo fenómeno etnológico, de naturaleza mítico-paleontológica.

En en 2013, habiendo constatado que a pesar del larguísimo tiempo transcurrido, desde que se inició el conocimiento de la leyenda, no había aparecido nada nuevo y viendo que, en otros aspectos, "no progresábamos adecuadamente", quien esto escribe decidió no posponer por más tiempo la divulgación de de la leyenda y su explicación paleontológica. Pues era muy improbable la aparición de nuevos documentos, conteniendo nuevos datos relevantes sobre el asunto. Se optó por pasar a la acción y dar a conocer el fruto del larguísimo trabajo de pesquisas etnopaleontológicas, realizado durante el transcurso de los últimos 16 años.

Hoy se da inicio a la publicación, en esta bitácora, de los resultados obtenidos en la investigación, dándose a conocer las conclusiones extraídas a partir de la consulta e interpretación del abundante material documental reunido, hasta el momento presente. Parte de lo cual se ha mostrado en los párrafos precedentes y que seguiremos mostrando en una próxima entrada.


Pintura gótica, óleo sobre tabla, de mediados del s. XV, original de Blasco de Grañén. Representando a San Miguel Arcángel, con armadura medieval, rematando al demonio, ya en fase terminal, despues de recibir una soberana paliza.
Obsérvense la monstruosa cabeza, las manos y los pies zoomorfos, tridáctilos, además de la curiosa vestimenta que luce el diablo.
Obra conservada en el
MNAC de Barcelona
Imagen:
San Miguel Wikipedia

 
La fecha especial escogida para la realización de tal evento informativo fue el día 29 de septiembre, con motivo de celebrarse la festividad de san Miguel arcángel, protagonista de la leyenda, co-patrón de la ciudad de Lleida y patrón de la Fiesta Mayor de otoño, de la ciudad. Tal elección se hizo con el fin de darle gracias al santo por haberme mantenido motivado y activo y no haber abandonado el proyecto dado lo dificultoso y largo que había resultado todo el proceso relacionado con la documentación de su leyenda diabólico-paleontológica.
Desafortunadamente, los fastos festivos locales, por poco dan al traste con tan piadosas intenciones, votivas y conmemorativas, dificultando que la publicación pudiese realizarse con toda normalidad, en la fecha prevista... pero como dice la sabiduría popular: "más vale tarde que nunca"



Nota:

La leyenda que se ha ofrecido, como inicio de esta entrada, es la "versión literaria" creada por el que esto escribe, a partir de la escueta y sencilla narración legendaria y de los breves comentarios, aportados por el anónimo pastor, recogidos resumidamente en el cuaderno de campo y luego ampliados, al final de la jornada, con los recuerdos guardados en la memoria.


Fuentes:

- Amades i Gelats, Joan, 1929. El culte a la pedra. Butlletí de Dialectologia Catalana. Barcelona, pp. 57-65
- Amades i Gelats, Joan. 1950. Rondallística. Rondalles. Tradicions. Llegendes. Folklore de Catalunya, 1. Barcelona. Selecta.
- Amades i Gelats, Joan. 1982. Costumari català: El curs de l'any. Barcelona: Salvat, (5 volums).
- Amades i Gelats, Joan. 2001. Llegendes de roques, coves, mars i estanys de Catalunya. Ed El Farell. Barcelona.
- Anónimo (pastor). 1983. Comunicación personal del 09/04/1983,
- Astudillo, H. 1983. Trabajos de Campo, jornada del 09/04/1983. GEOPALEO 1982-85. Cuaderno de Campo. Inédito.
- Astudillo, H. 2006. Comentario de Astu, en Dinosaurios en Lleida. Xnem 04/24/2006.
- Barba, 1995. 'Las pisadas del demonio', en Pisadas de dinosaurio en las proximidades de la ermita de la Posa. El Periódico, 1995/08/06/ p. 37
- Bellmunt i Figueras, Joan. 1998-2000. El Pallars Jussà, Fets, costums i llegendes 4 vol. Lleida Pagès Editors.
- Coll, Pep. Viatge al Pirineu fantàstic, 1997 Columna
- jemmus. 2006. Cornelius el Drac de mi pueblo. fotolog. 05 noviembre 2006
- Lluís i Pallarès, Joan. 1971. Històries i llegendes del Pallars. Barcelona Selecta, 1971.
- Molina, María. 1991. 'Las pisadas del demonio', en "Hallan un diente de cocodrilo en Isona, de 76 millones de años." Segre, 17/02/1991, p. 3
- Rego, Lurdes. 2011. Les petjades del diable. Jaciment de la Posa, Isona, Pallars Jussà. Sàpiens, 105, juliol, p. 34
- Roma i Casanovas, Francesc. 2002. Llegendes de la natura. Edicions El Mèdol. Tarragona
- Rosell, Joan & Llompart, Carme. 2000. GEOZONA 125: BARRANC DE LA POSA - ISONA. Generalitat de Catalunya



Continuará próximamente

1 comentario:

Anónimo dijo...

bonitas leyendas de la gente que no sabían como explicar ciertas cosas,como los dolmenes de asturias,para los que gusten de estos temas dejo mi blog,hice una entrada sobre fósiles a ver si me ayudáis a catalogarlos y dejar unos comentarios gracias
http://mundoexplorers.blogspot.com.es/