martes, mayo 25

El registro fósil ibérico y el santoral católico, en la religiosidad popular de España y Portugal (2)

por Heraclio ASTUDILLO POMBO. Dep. MACS, UdL.


Fósiles ibéricos relacionados, por la tradición popular, española, con Dios, Jesucristo o con la Trinidad.


Como ya comentamos, en la introducción a este capítulo, publicada en diciembre del 2009, las razones que puede haber tenido la tradición popular, española, para vincular a un cierto tipo de fósiles, con una determinada advocación del santoral católico, pueden ser muy variadas y, a veces, hasta pueden resultar chocantes para la mentalidad de la gente actual, pero en ningún caso se puede afirmar que resultan arbitrarias, pues siempre hay alguna causa justificada, razonable que permite establecer algún tipo de relación entre el fósil y su nombre popular.

En esta segunda entrega, vamos a presentar los casos de fósiles ibéricos, a los que la tradición popular española, ha relacionado mediante leyendas con Dios, con Jesucristo o con la Trinidad que hasta el momento presente, hemos podido encontrar y recopilar.



1- Fósiles asociados con Dios Padre.


1.1. Piedras de cuando Dios apedreaba a los impíos, desde el cielo...

En algunas localidades de los valles navarros de Arakil y de la Burunda, valles que forman parte de la comarca euskaldún de La Barranca o de Sacana (eusk. Sakana), a los fósiles de erizos de mar de los géneros Micraster sp. y Echinocorys sp., del Cretácico superior que se hallaban en el campo, hasta hace pocos años, mediados del siglo pasado, les daban el nombre popular, en euskera, “Jainkoaren arriya” o “Jangoikoen arriya” es decir "piedra de dios" o "piedra de dios del cielo". Generalmente, se trataba de fósiles de la especie Micraster coranginum que era la más abundante.

Existía la creencia popular de que caían del cielo, durante las tormentas, como materialización de los truenos y de los rayos. Y en tiempos anteriores se creyó que eran lanzados por un ser divino para castigar a los impíos que infringían sus normas.
También existía la creencia popular de que la sorprendente marca con aspecto de cruz deprimida que, este tipo de piedras, presentaban en la parte más abombada, en realidad era la depresión determinada por 4 de los surcos más profundos del sistema ambulacral, era una marca sagrada que había sido impresa por el supremo creador, para que mediante este signo característico, los buenos cristianos pudieran reconocer, fácilmente, este tipo de "piedras virtuosas", es decir dotadas por Dios con propiedades extraordinarias y pudieran servirse de ellas como protección contra rayos y centellas.

Aspecto acorazonado, típico, de un Micraster coranginum, en esta imagen, debido a la iluminación, se aprecia muy bien la marca en forma de cruz característica, origen de muchas leyendas y usos populares.
Imagen: Hontza museo

En la comarca de la Sacana, sus habitantes estaban tan convencidos del extraordinario efecto protector, de estas piedras celestes, contra la caida de rayos y centellas, que fueron usados, durante siglos como amuletos de protección contra los impactos de los rayos. Este uso apotropáico, posiblemente milerario, se mantuvo vivo hasta la década de los setenta, del siglo pasado, manteniéndose expuestos en los tejados y alfeizares de las ventanas, de casas y bordas, por su propietarios, fósiles de erizos de mar cretácicos, para preservarlas de la destrucción y del incendio, causados por rayos y centellas. También eran llevados, encima, por campesinos y pastores u otras gentes que debían transitar por descampado, para prevenir la muerte por fulminación, durante las tormentas electricas.



2- Fósiles asociados con Dios Hijo: Jesús, Cristo o Jesucristo


2.1. "Piedras de los judíos", alaveses, de cuando  quisieron matar a Cristo, a pedradas.



En la localidad de Salvatierra-Agurain (Álava), hasta mediados del siglo pasado, a los erizos de mar fósiles del genero Micraster sp. y, muy especialmente, a los de la especie M. coranginum, se les daba el nombre popular de “matacristos” o “piedra matacristo”, como sinónimo de "piedra de judío". Este nombre popular iba asociado a una supuesta actitud asesina y anticristiana de las gentes de religión judía, pues existía la creencia popular, de que este tipo de "piedras", señaladas, milagrosamente, con una marca en forma de cruz deprimida, en su parte más abombada, eran las mismas piedras que, bastantes siglos atrás, habían sido lanzadas por los malvados y odiosos judíos, contra Cristo, con la pérfida intención de matarlo. Tal suceso legendario según creían algunos había ocurrido muchos siglos atrás, cuando el Hijo de Dios, había pasado por aquel mismo lugar, predicando el Evangelio. Según otros, el imaginario lanzamiento de piedras habría sucedido cuando estando Jesucristo ya clavado en la cruz, los malvados judíos quisieron rematarlo a pedradas...

Ilustración, extraída de un códice medieval, depositado en la Bibliothèque Nationale de France, representando el martirio de san Esteban, por medio de lapidación, a manos de un grupo de malvados judíos. Se ha representado a un pacífico santo cristiano, indefenso, que
 mientras está orando piadosamente, arrodillado dando la espalda a sus verdugos, es apedreado sin piedad.
Posiblemente, una conducta similar a la que se representa en esta escena, pero teniendo a Jesús como protagonista, fue lo que debieron imaginarse los lugareños alaveses, para explicarse las raras concentraciones de extrañas "piedras con cruz" que existían en algunos lugares.
Imagen: Le Martyre de Saint Etienne. 

La presencia de este tipo de fósiles, en ciertos lugares de Álava, siglos atrás, dio lugar, no sólo, a leyendas sobre diversas situaciones en las que se produjeron intentos de lapidación de Jesucristo por los judíos de la localidad, por ejemplo cuando pasó por el lugar predicando, o de camino hacia el monte Calvario o cuando ya estaba clavado en la cruz, en ese mismo monte... de la Palestina histórica. También dió lugar a un tipo de "seudogentilicio" despectivo que se aplicaba a todos los habitantes originarios de aquellas localidades, en cuyo término municipal existían yacimientos de este tipo de fósiles, a los que de esta manera se les relacionaba como descendientes o emparentados de la "raza maldita".

Ilustración comparativa, mostrando el aspecto característico y muy semejante, a simple vista, de los caparazones de dos especies muy próximas, del género Micraster. Micraster coranginum (izquierda) y Micraster cortestudinarium (derecha). Representados en vista lateral (arriba), superior (en medio) e inferior (abajo).
Imagen: Ian West

Hasta hace, relativamente, muy pocos años, en la década de los años cincuenta, a los habitantes de Elvillar, Galarreta, Garayo, Heredia y Torre, los habitantes de los pueblos de los alredores, les apodaban despectivamente “judíos”, no porque se tratase de localidades en las que históricamente se hubiera concentrado una numerosa comunidad hebrea, sino porque en su territorio abundaba fósiles de "micraster", a los que por tradición popular, se creía que eran las piedras transformadas, milagroamente, en infalibles pruebas pétreas, de la perversidad de los judíos y de que en aquel mismo lugar, se había producido el intento de lapidación del Hijo de Dios.

Posiblemente, la razón para asociar este tipo de fósiles con Jesucristo y con los judíos, en Álava, se deba a que en Palestina, existen erizos fósiles muy semejantes a los alaveses, a los que en la Edad Media, se les asoció la leyenda que aseguraba que su origen estaba en la transformación milagrosa de las vulgares piedras que los judíos, de Jerusalém, habían arrojado a Cristo, mientras estaba clavado en la cruz, en la colina de el Calvario. Los cruzados y los peregrinos que visitaron Tierra Santa se trajeron a Europa estas historias y este tipo de piedras.



2.2. "Huellas de asno", de cuando Cristo pasó por la Rioja, montado en una burra...

Antaño, en alguna localidad de La Rioja, ahora desconocida, se conocía a un rastro de icnitas o huellas de pisadas de dinosaurio, como las "pisadas de la burra de Cristo", pues según tradición popular, se creía que aquellas marcas habían quedado, milagrosamente, impresas sobre la superficie de roca, porque Jesucristo pasó por aquel lugar, siglos atrás, cabalgando una burra, cuando fue a predicar el evangelio, a los entonces paganos habitantes de aquella localidad.

Aspecto de una rastrillada de icnitas de saurópodo, impresa en una superficie rocosa. Hasta cierto punto, bastante semejante a la que podría haber dejado impresa en barro blando, el paso de una caballería.
Imagen: Dinosoria


Si, antiguamente, una rastrillada de icnitas dinosaurianas pudo ser confundida con marcas de pisadas dejadas, por el paso de un asno, es que dichas marcas, muy probablemente, fueron dejadas por el paso de algún ejemplar juvenil de dinosaurio saurópodo que debido a su corta edad tenía un tamaño pequeño y por la forma característica de sus pies y manos, habría dejado un tipo de huellas muy características, de forma más o menos, semilunar u ovalada(manos) y, más o menos, ovaladas o circulares (pies). Huellas que en un contexto social, altamente religioso y escasamente historiado, habria dado lugar a una leyenda sagrada.

Aunque la mención a estas icnitas aparecen recogida en distintas publicaciones, los responsables de las mismas no recuerdan la ubicación concreta y, hasta el momento nadie ha sabido darme razón de su localización geográfica concreta, más allá de que estaban en algún lugar, ahora olvidado, de La Rioja.

Imagen pictórica, representando a Jesucristo, acompañado de sus discípulos, entrando en Jerusalén el domingo de ramos. Cavalgándose sobre una burra a la que acompaña su pollino. 
Pintura de Duccio di Buoninsegna, de 1308-1311.  Tempera sobre madera estucada. Museo dell’Opera del Duomo, Siena 
Imagen: Web Gallery of Art


Según opinión del paleoicnologo riojano Félix Perez-Lorente, el asunto podría ser el resultado de la invención de algún paisano o de la confusión de algún periodista, pues él que se ha movido mucho y durante muchos años, por todas las zonas riojanas con icnitas, no recuerda haber oído mentar nunca, estas icnitas. Con el paso del tiempo, la información periodística, se habría ido extendiendo por diferentes medios de comunicación españoles, al irse reproduciendo la información, sin haber sido contrastada, previamente.


3- Fósiles asociados con la Trinidad cristiana, formada por la tríada: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.


3.1. "Piedrecitas que alejaban el rayo", generadas por el terreno de una montaña navarra, bendecida por la presencia de la ermita de la Trinidad


Hasta hace pocos años, los habitantes de los pueblos de los valles que rodean al monte Erga, montaña situada en el noroeste de Navarra, zona tradicionalmente vascófona, por su proximidad y apertura a las tierras guipuzcoanas, cuando ascendían, en procesión, hasta la ermita de la Trinidad, en el día que el municipio tenían asignado para rendirle culto a la santísima Trinidad, recogían, devotamente, un tipo de piedrecillas de formas extrañas que se podían encontrar, en algunos lugares, del camino que, partiendo desde Aguinaga, ascendía hasta la ermita.

Derecha. Aspecto de una concha fosilizada de Rhynchonella decorata, del Jurasico medio, en vista superior (arriba) y lateral (abajo).
Imagen: Wardsci


Estas curiosas y raras piedrecillas eran denominadas por los romeros Hirutasun Santuaren arriak”, es decir, “piedras de la santísima Trinidad”, posiblemente, el nombre popular hacía alusión al lugar de procedencia de aquellas piedrecitas, el monte del santuario (ermita) de la Trinidad. La devota recolecta de tales piedrecitas sagradas se hacía con la finalidad de usarlas, posteriormente, como amuletos protectores contra la descarga del rayo, en donde ellas estuvieran presentes.


Izquierda. Aspecto de un ejemplar de Zeilleria (Cincta) numismalis, del Liásico, en vista superior . 

En realidad, las piedras sagradas y protectoras que recogían los romeros, sólo eran fósiles de braquiópodos jurásicos, un tipo correspondía a ejemplares de la especie Rhynchonella decorata y las otras a ejemplares de la especie Zeilleria (Cincta) numismalis, cuyos yacimientos afloraban, naturalmente, en ciertos puntos del terreno situados, junto a la ruta que seguían la romería.



Fuentes:

- Aguirre, José.1922. Actas de la 86ª Sesión de de la Junta de Gobierno del Museo Municipal (actual Museo de san Telmo) de San Sebastián, celebradas el día 19 de Diciembre. http://www.museosantelmo.com/archivo_digital/libros_actas_st/1919-1933/word/1922-12-19.doc
- Astudillo Pombo, Heraclio. 2009. Sobre los diversos y extraños nombres de los fósiles (1). Folklore de los fósiles ibéricos, febrero. http://folklore-fosiles-ibericos.blogspot.com/2009_02_01_archive.html
- Astudillo Pombo, Heraclio. 2008. Fósiles ibéricos vinculados con el rayo, por el folklore español (3). Folklore de los fósiles ibéricos, marzo. http://folklore-fosiles-ibericos.blogspot.com/2008/03/fsiles-ibricos-vinculados-con-el-rayo_08.html
- Baráibar Zumárraga, Federico. 1903. Vocabulario de palabras usadas en Álava y no incluídas en el diccionario de la Real Academia Española (decimotercia edición) o que lo están en otras acepciones o como anticuadas. Madrid. Establecimiento Tipográfico de Jaime Ratés (Sucesor de P. Núñez) Plaza de San Javier, núm. 6. https://archive.org/details/vocabulariodepal00baruoft
- Baráibar Zumárraga, Federico. 1908. Nombres vulgares de animales y de plantas usados en Álava y no incluidos en el «Diccionario de la Real Academia Española» (Décimatercia edición) Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural», Junio de 1908) Madrid, Fortanet. 1908 (p. 280-298)
- Barandiarán, José Miguel de. 1972. “arri-bedeinkatuak”, en Diccionario ilustrado de Mitología Vasca, en La Gran Enciclopedia Vasca. Tomo VII. Biblioteca de la Gran Enciclopedia Vasca. Bilbao, (p. 333-580).
- Canudo Sanagustín, José Ignacio & Cuenca Bescós, Gloria. 1999. Paleoicnología de dinosaurios, en el suplemento Dinosaurios, de El Heraldo de Aragón (p. 4-5) http://www.aragosaurus.com/secciones/ined_tos/trabaj/CanudoyCuencaBescosicnitasdinosaurios_1999.pdf
- Leizaola Calvo, Fermín. 1991. Fósiles utilizados como protectores y otras creencias en torno a ellos. Zainak, 8, Cuadernos de Antropología-Etnografía. Donostia-San Sebastián: Eusko Ikaskuntza, 1991, p. 59-66 www.eusko-ikaskuntza.org/fr/publicaciones/colecciones/cuadernos/articulo.php?o=11044
- Leizaola Calvo, Fermín. 1999. Símbolos mágico religiosos en el mundo rural de Euskal Herria. Zainak, 18. Cuadernos de Antropología-Etnografía, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza, 1999 (p 195-217) Símbolos mágico religiosos en el mundo rural de Euskal Herria http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/zainak/18/18195217.pdf
- López de Guereñu, Gerardo. 1958. Voces alavesas. Euskera, número especial, Euskaltzaindia, Bilbao. (p. 309). Reedición de 1998.
- Perez-Lorente, Félix, comunicación personal del 14 de febrero de 2008,
- vv.aa.1999 Diccionario Euskaldunak de Etnografía Vasca. vol.2, (p. 628) Ed. Etor-Ostoa. Lasarte/Oria. Gipuzkoa. Euskadi.

martes, mayo 11

In Memoriam (1)

Heraclio ASTUDILLO-POMBO, DMACS-UdL


En el recuerdo de quienes conocimos a Ernesto, un tipo muy singular
(25-01-1953¿? -10-04-2010, Vitoria-Gasteiz, Álava)

Con retraso y con pena, hoy, nos hemos enterado de que el pasado 10 de abril, nos dejó Ernesto Santidrián Castro, socio activo de “Harridunak”, Asociación Vasca de Mineralogía y Paleontología, y alma mater del sitio web de divulgación paleontológica: Ernesto y la Paleontología, un "sitio web amigo" del nuestro: FOLKLORE DE LOS FÓSILES IBÉRICOS.

Echaremos en falta, su humor ácido y socarrón, pero el recuerdo de su voluntariosa y esforzada dedicación a la práctica y a la divulgación de la mineralogía y de paleontología, de forma amateur, a pesar de las limitaciones físicas que le imponía su edad y sobre todo su precario estado de salud cardiaca, nos acompañará, en el futuro.
Su ya precario y acosado estado de salud, esta vez, no pudo soportar el embate del último infarto que causaría su fallecimiento.

Nuestra condolencia a sus familiares y amigos

Descanse en paz

Imagen: El último premio, recibido por Ernesto, en el FOSMINER de 2009, la feria de Fósiles y minerales de Bilbao, como reconocimiento y gratificación a su recién iniciado proyecto “Rutas de los Fósiles Urbanos”, en el Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz (Álava). Deseamos que este proyecto no se extinga con su iniciador.