lunes, diciembre 28

"El registro fósil ibérico y el santoral católico, en la religiosidad popular de España y Portugal" (1)

Por Heraclio ASTUDILLO POMBO, DMACS, UdL



Introducción al tema de "fósiles relacionados con el santoral" cristiano.

Se aprovechará el mes de diciembre, para retomar el tema de aquellos fósiles ibéricos que la tradición popular peninsular, en tiempos pasados, había relacionado con la religión cristiana, por mediación del santoral católico. Esta elección temática y temporal se ha hecho por dos razones que se justifican a continuación. 
La primera, porque para los creyentes católicos este mes es uno de los meses más importantes del ciclo religioso anual. Coincidiendo con el solsticio de invierno los paganos romanos o celtas celebraban el supuesto renacimiento de la vitalidad y poder de la divinidad del sol sobre sus enemigos tradicionales: la oscuridad y la frialdad, al inicio de un nuevo ciclo anual. Los creyentes cristianos y especialmente los católicos, celebran el nacimiento de la forma humana de su Dios, Jesucristo o Jesús de Nazaret, que con la nueva religión, trajo la "calidez fraternal" a las clasistas relaciones humanas y "la luz" al oscurantista mundo pagano pre-cristiano.
La segunda razón, por la que volvemos sobre el tema de las relaciones entre el registro fósil y las creencias populares y tradiciones religiosas, es que siendo diciembre el último mes del calendario religioso católico, acumula una gran cantidad y diversidad de tradiciones populares, festivas de tipo para-religioso, algunas motivadas por el solsticio y otras por el fin del ciclo productivo, social y festivo anual, distribuidas alrededor de las festividades eclesiasticas, propiamente, religiosas.

El asunto de algunos fósiles relacionados con el santoral católico, no es ninguna novedad en este blog, pues iniciamos su tratamiento hace ya bastante tiempo, en septiembre del 2007, cuando tratamos sobre los fósiles que la cultura popular había relacionado con Santiago o con su legendario caballo presentando, en aquella ocasión, los numerosos y diversos tipos de fósiles, que apodamos "jacobeos" por su relación con san Jacobo el Mayor más conocido entre nosotros como Santiago apóstol. Nuestra investigación, nos ha permitido constatar que esta particular categoría de "fósiles sagrados" aparece distribuidapor casi todas las regiones españolas, pero su distribución portuguesa, en el caso de que exista nos resulta desconocida.

Los fósiles jacobeos, españoles, ya fueron comentados a lo largo de las ocho partes de las que se componía aquel capítulo, monográfico, integramente dedicado a los fósiles ibéricos que la religiosidad, popular española había relacionado, tradicionalmente, con el santo más importante para los católicos españoles: Santiago, Sant Yago, san Jaime o sant Jaume. Este santo, desde la época de la "batalla de Clavijo" (siglo IX) es el patrón de toda España, en agradecimiento y reconocimiento de su ayuda milagrosa para ganar batallas, conquistar fortificaciones y expandir el territorio cristiano en detrimento del mahometano. También era el patrón protector de todos los peregrinos europeos que viajaban hacia Tierra Santa o de aquellos otros hacian el Camino de Compostela, en unas condiciones de seguridad precarias.


Las razones más genéricas y frecuentes que justificarían la existencia de relaciones entre el panteón religioso católico y el registro fósil ibérico.

Aunque se trata de conclusiones muy genéricas, presentadas en estudios de otros autores, aquí las usaremos como presentación o introducción general al tema particular que se ha denominado "El registro fósil ibérico y el santoral católico, en la religiosidad popular de España y Portugal"

1. La extrema religiosidad y elevada credulidad, de las clases populares, en asociación con la tradicional incultura de base científica o racionalista. 
Se trata de un hecho común y natural en la mayor parte de las personas, de todas las clases sociales, pertenecientes a las diversas sociedades ibéricas, durante la etapa de comunidades sociales caracterizadas por poseer una formación muy básica y una mentalidad mágica, propias de la cultura que impregnaba a la sociedad pre-científicas de siglos pasados.
La mayoría de los componentes de esa sociedad se caracterizaban por la falta de los más elementales conocimientos y estrategias de tipo científico, necesarios para interpretar, de forma lógica y naturalista, ciertas observaciones relativas a fenómenos desconocidos. La Geología y la Paleontología son ciencias muy jóvenes, sus inicios se sitúan en los siglos XVIII y XIX por lo que sus nociones básicas no se empezaron a popularizar hasta algunos años más tarde. Anteriormente, a la segunda mitad del siglo XIX y, en muchos lugares rurales aislados, hasta mediados del XX, la mentalidad arcaica y el analfabetismo favorecieron las interpretaciones míticas o legendarias de la presencia de algunos tipos de elementos del registro fósil, en determinados lugares. En la antigüedad, el proceso de asimilación social del registro fósil siempre pasó por su asociación con ciertas "divinidades mayores" o "menores" y con determinados sucesos imaginarios.


2. La extraordinaria abundancia,
 en tiempos pasados, de santuarios campestres activos. 
Si exploramos el folclore religioso ibérico, característico de ciertas zonas rurales en las que existen yacimientos paleontológicos, nos podemos encontrar con que, en ciertas localidades españolas y portuguesas, desde hace algunos siglos, ciertos tipos de fósiles se hallaban estrechamente relacionados con determinados santuarios y con algunas de las imágenes sagradas veneradas en esos edificios.
Suele tratarse de santuarios campestres, más o menos próximos a yacimientos paleontológicos y en los que en unos casos, se veneraba imágenes divinas, casi siempre de Jesucristo en estado sufriente y, en un sólo caso, de la santísima Trinidad. En otros santuarios, se rendía culto a imágenes marianas, generalmente, en la forma de la "madre de Dios", mientras que en los restantes casos, se veneraba a distintas imágenes de diversos santos y santas, generalmente mártires, con una importancia geográfica y condición social muy variada. Pero en cualquier caso, siempre se trataba de imágenes a las que los habitantes de las diversas poblaciones distribuidas por los alrededores del santuario, le rendían formas populares de culto religioso, caracterizadas por una o más romerías anuales.

De entre todos los tipos de fósiles ibéricos, relacionados por la cultura popular ibérica con el santoral católico, predominan claramente diferentes especies de Micraster, generalmente se trata de M. coranginum, una espécie muy frecuente en los terrenos del Cretácico. La disposición de los surcos de los sitemas ambulacrales, en forma de cruz que era el principal símbolo de los cristianos, debió ser un factor altamente determinante para su vinculación popular con una gran variedad de figuras sagradas.Imagen: http://www.asahi-net.or.jp/~EH9K-NGT/geo/fossils_w/echinoid/Micraster_brevis.html

3. Consideración de reliquias milagrosas.
El motivo más generalizado para establecer alguna asociación milagrosa entre ciertas figuras sagradas y determinados tipos de fósiles, en primer lugar, sería el mero hecho de que los yacimientos paleontológicos se encontrasen en las inmediaciones de los santuarios, en los que se rendía culto a la imagen sagrada, de algún "santo" determinado. En segundo lugar, otro motivo de tal vinculación, sería que los fósiles asociados, mostrasen alguna característica física, generalmente de tipo morfológico y algunas veces cromática, más o menos evidente y que resultase emblemática. Tales características permitían relacionarlos con algún suceso prodigioso, protagonizado por "el santo" del santuario y que aparecía recogido en la biografía legendaria, correspondiente a la advocación sagrada que, desde ese santuario ejerce el patronazgo protector sobre la zona (Véanse los ejemplos de casos emblemáticos asociados por la tradición popular al apóstol Santiago en los que la forma de los fósiles fue una causa de asociación: forma de conchas de véneras, de puntas de bordones, de pisadas de caballo, de corazón, de calabacita, de punta de hierro de lanza, etc.).
Ambos tipos de relaciones de los fósiles con lo sagrado, tanto la de proximidad física al santuario, como la existencia de alguna "señal" divina que servía para expresar la relación con lo sagrado o la indicación de alguna virtud extraordinaria, solían ser explicadas de forma clara, sencilla, emotiva y simplista, en algún pasaje de las correspondientes leyendas populares, de tipo etiológico y hagiográfico, creadas “ad hoc” por algún imaginativo misionero, clérigo o laico. Estos relatos fantásticos que pretendían poner de manifiesto la capacidad milagrosa del "santo", a la vez que su predisposición caritativa y benevolente hacia los humanos, derivarían, en unos casos de ciertos mitos precristianos regionales y en otros, de determinados mitos más universales que no siempre tenían por que ser de origen evangélico o bíblico.

4. Cristianización de antiguas tradiciones paganas residuales.
Tampoco hay que descartar la evidencia clara o la posibilidad lógica de 
que el clero, en ciertas zonas y localidades fosilíferas apropiadas, favoreciera ciertas interpretaciones con el fin de conseguir las oportunas transformaciones sociales, de tipo adaptativo y cristianizante, mediante la asociación con un nuevo patrón del panteón cristiano. Estrategia y táctica ideadas para sustituir antiguos cultos precristianos y para asimilar viejas leyendas explicativas paganas, preexistentes en la religiosidad popular de las gentes que habitaban aquellos mismos lugares, antes de instaurarse oficialmente el cristianismo. 
En el pasado, fue muy frecuente la asociación popular de las conchas "bi-valvas" fósiles, de aspecto marino como eran las conchas completas o valvas sueltas de bivalvos, las conchas de braquiópodos y las de gasterópodos, con el paso por aquel lugar de algunos santos que estaban relacionados con prodigios acuáticos, Tales santos podían estar relacionados con barcas de piedra que flotan y navegan por el mar, transportando sus reliquias, sucesos milagrosos que hacen brotar fuentes, que hacen aparecer lagos, etc.

En la imagen una concha fósil de bivalvo venérido, uno de los emblemas más típicos de Santiago Apóstol.
Imagen: http://www.educarex.es/bancoimagenes/ArchivosImagenes/DVD06/CD05/9543__57_a_1.jpg

En épocas incipientes de cristianización de comunidades paganas, primero (siglo V-VIII) o de comunidades islamizadas (siglo X-XV) la re-asimilación social de ciertos tipos de fósiles pasaba por la vinculación de esas clases de fósiles, con ciertas advocaciones del santoral católico ibérico. Siendo en unos casos imágenes sagradas de nueva instauración en lugares en los que no sustituían a ídolos paganos y en otros simples personajes sustitutos de antiguas divinidades paganas, con frecuencia de origen prerromano, con las que coincidían en atributos y funciones.


5. Dominar la inquietud ante la existencia de objetos de aspecto sorprendente y de origen desconocido.
La antigua costumbre humana, tendente a asociar los objetos extraños y de origen desconocido que se descubrían en su entorno, con algunas de las entidades sagradas mayores, medianas o menores que componían su panteón religioso étnico, particular, según la opinión de antropólogos y psicólogos, es una constante cultural que nacería de la ancestral necesidad psicológica de poder explicarse, de forma comprensible, el origen de todo lo existente en su entorno, aunque sea de forma mágica y legendaria, la única o la más comprensible de las formas, para los individuos de mentalidad primitiva, arracional y sobrenaturalista, integrantes de sucesivas sociedades pre-científicas peninsulares.
También procede de la necesidad psicológica de disponer de elementos materiales, relacionados con fuerzas o poderes sobrenaturales que les proporcionen alguna forma de control sobre algunos acontecimientos inquietantes o sobre los riesgos que amenazan al individuo y a la comunidad. De manera que tal situación de conocimiento de causas y control aparentes de amenazas, conseguirían aportar a los individuos y a la comunidad, una sensación de seguridad y tranquilidad emocional, cuando la sociedad carece de los recursos intelectuales y materiales que podrían satisfacer las mismas necesidades psicológicas humanas, por vías más racionales, modernas, científicas y tecnológicas.


Ciertos tipos de numulites, medianos o grandes y más o menos aplanados, y de algunos otros macroforaminíferos con las mismas características, todos ellos con aspecto de moneda de piedra, son el tipo de fósiles que con más frecuencia se han asociado a santuarios consagrados a santa Lucía y a la Virgen María.
En la imagen, grava y gravilla formada, exclusivamente, por acumulación de infinidad de caparazones fosilizados de numulites, existente en un tramo del camino que va desde la ermita de Santa Anna hacia el paso de Cabrafiga, en el municipio de Susqueda, en la comarca de La Selva


Algunos fósiles considerados como objetos sagrados, maravillosos y virtuosos

En nuestro caso particular, el tipo de objetos naturales o "salvajes" de aspecto sorprendente y origen “extraño”, existentes en el entorno de la comunidad social y cuya presencia podía resultar inquietante, serían cierta clase de fósiles. P
ara poder ser asimilados culturalmente por la comunidad, primero deberían ser interpretados, explicados y justificados por alguna autoridad. Determinados tipos de fósiles, podía resultar especialmente favorables a tal tipo de proceso sociocultural asimilatorio. Para ello deberían darse una coincidencia de circunstancias, como podrían ser su proximidad a un santuario o al camino que conducía hasta el en las romerías y sus propias especiales características morfológicas que podían ser interpretadas por gentes de mentalidad primitiva, fabulosa y precientífica, como genuinos “signos”, "marcas" o "señales" otorgadas por la divinidad, para que dichos objetos expresasen a los humanos su relación con lo sagrado y para que aquellos pudieran reconocerlos. 

Desde una perspectiva de devoción popular mágico-religiosa, típicamente "simpática" y "propiciatoria", el objeto representante o relacionado con la figura sagrada (imagen, reliquia, medalla, cinta, fósil-amuleto) puede sustituir, al menos en parte, al personaje representado (figura sagrada) y adquirir también, al menos en parte, sus poderes sobrenaturales. Esto es posible, porque para el imaginario popular existe, alguna tipo de relación extraordinaria, entre los objetos venerados y el personaje con el que tienen relación y al que representan, considerándose esta relación como una especie de conducto que permite poner en intercomunicación las necesidades humanas, más específicas de los poseedores-veneradores del objeto sagrado, y las capacidades sobrehumanas del personaje venerado con el que están relacionados o al que representan, poderes sobrenaturales de los que se pueden beneficiar, por medio de las actividades de culto, con finalidades propiciatorias, que se le rinden, cotidianamente de forma individual y privada, o anualmente de manera colectiva y pública, desplazándose hasta el santuario que tiene asignado, casi siempre, por propia elección milagrosa.

En algunas localidades españolas, las antiguas tradiciones religiosas, se han conservado hasta el presente, pero parcial o totalmente desacralizadas, mantenídas en forma de costumbres lúdicas, desvinculadas de las creencias y pràcticas religiosas de antaño.
En la imagen, se puede ver a un grupo de excursionistas intentando descubrir alguna de las minúsculas "estrelletes de la Mare de Déu", que hoy en día, aún se recogen porque se dice que "traen buena suerte" y que tras siglos de devota recolecta masiva, hoy día resultan ya bastante raras.
En segundo plano, se pueden ver el edificio del santuario de la "Mare de Déu de la Providència" o "de Mig Camí", situado en el término de Tortosa (Tarragona)


Fuentes:

- Barros, Carlos. 1999. “La humanización de la naturaleza en el Edad Media”, Valladolid. Edad Media, nº 2, pp. 169-193.
- Baucon, Andrea et alii. "Principles of Ichnoarchaeology: new frontiers for studying past times" Studi Trentini di Scienze Naturali, Trento, Acta Geologica, 83, pp. 43-72.
- Frazer, James George. 2006. La rama dorada. México, Fondo de Cultura Económica
- Kunz, George Frederick. 1997.
The Magic of Jewels and Charms. Mineola, New York. Dover Publications,
- Schmitt, Jean-Claude. 1992 . Historia de la superstición. Barcelona. Crítica.

sábado, noviembre 28

Las artes plásticas y los fósiles (1)

Por Heraclio Astudillo Pombo, Dept. Medi Ambient i Ciències del Sòl, Universitat de Lleida


Introducción.

Iniciamos un nuevo capítulo temático para mostrar y demostrar un nuevo tipo de influencia ejercida por los fósiles sobre la cultura human. En esta ocasión lo dedicaremos a demostrar cómo por medio de la creatividad de los artistas y los procedimientos de las artes plásticas se ponen de manifiesto un tipo especial de relaciones, existente entre los fósiles y algunos grupos humanos. Se trata de una categoría de relaciones culturales muy refinadas de tipo estético por la forma en que se expresa el artista, pero también comunicativo y conceptual por el mensaje contenido de forma implícita o/y explícita.

A lo largo de las diversas parte que irán constituyendo este nuevo capítulo temático, dedicado a la paleontología en el arte, podremos ir mostrando como los fósiles, también han captado el interés de los artistas plásticos, uno de los sectores sociales más sensibles a todo cuanto acontece y forma parte de su entorno natural y social. Este tipo de personas están especialmente capacitadas para captar ciertos aspectos sensoriales de esta clase de raros objetos, así como para poder expresar visualmente, las emociones que les produce la contemplación de este tipo de "piedras" o para saber comunicar, de forma estética, ciertas concepciones mentales particulares, a las que, a veces, les han conducido ciertas observaciones y determinadas reflexiones, realizadas en torno a ellos.

En las diversas obras plásticas que iremos presentando a lo largo de este capítulo temático, podremos ir viendo como, en muchas ocasiones, lo que parece haber inspirado o impresionado al artista, han sido ciertas características puramente formales de determinados tipos de fósiles. De tal manera que, en algunos casos, es muy evidente que aquello que le atrajo del fósil, fue la singularidad de ciertas formas geométricas, en cambio, en otros casos, parece ser que lo que le sorprendió, fue la plasticidad de ciertas formas volumétricas, mientras que en otros, parece ser que lo que le sedujo, fue la originalidad de determinadas texturas o la de ciertos contrastes cromáticos, etc. En unas pocas ocasiones, la relación artística con el fósil parece haber sido mucho más compleja, intelectualmente, pues los comentarios del propio artista o el título de la obra, ponen de manifiesto que se ha pretendido establecer una asociación simbólica con determinados hechos o ideas, ya sean éstas más o menos trascendentales (filosóficas, míticas, políticas, científicas, éticas, esotéricas, etc. ) o prosaicas (espacio, volumen, forma, color, etc.), utilizando como lenguaje expresivo, alguna de las características físicas de los fósiles, citadas anteriormente, además de las necesarias técnicas pictóricas de composición y cromatismo.

Dados los objetivos particulares y el marco geográfico restringido del proyecto que lideramos sobre Paleontología Cultural y sobre Etnopaleontología Ibérica, en todos los casos, únicamente, se presentaran obras plásticas realizadas por artistas ibéricos, españoles y portugueses, básicamente por la facilidad de localización. En menor medida, obras de artistas no ibéricos pero que están o hayan estado afincados en el territorio ibérico peninsular o en los territorios insulares anejos, y que en algún momento hayan representado algún tipo de fósiles autóctonos de los que tienen representación en el Registro fósil ibérico.


Algunas consideraciones sobre los fósiles representados en el cuadro “El Flautista” por la pintora surrealista Remedios Varo, (1908, España - 1963, México)

Esta obra pictórica, en la que la autora parece haber representado diversos tipos de fósiles, representa un caso muy especial, en comparación con la mayoría de obras plásticas que iremos mostrando a lo largo de esta sección monográfica, dedicada a mostrar y comentar las variadas formas de representación de restos fósiles por parte de las diferentes artes plásticas. 
Lo que hace tan especial esta obra pictórica es el hecho de que hayamos podido localizar diversos documentos que nos ha permitido disponer de bastante información sobre ella. En la documentación consultada se hace referencia a las supuestas motivaciones de la artista para querer incluir fósiles en esta pintura y sobre el significado que se supone que tienen los que han sido elegidos para ser representados. 

La disponibilidad de bastante información sobre la artista y su obra ha sido posible, porque Remedios Varo, en la actualidad, es una pintora ampliamente reconocida y valorada, una artista de fama internacional. Estas circunstancias han hecho posible la generación y difusión de muchísima literatura sobre toda su obra. Por eso hemos podido disponer de diversos comentarios escritos por reconocidos expertos internacionales, en la obra de la artista. Ellos han sido las fuentes de información usadas para comentar y contextualizar esta obra plástica, en particular.


Reproducción completa de cuadro de Remedios Varo "El Flautista"/"The flutist", realizado en 1955. Técnica: Óleo sobre masonite. Dimensiones: 0.75 x 0.93 m. Colección Particular, México D.F. 
Imagen: Turing machine 


La ensayista, Carmen V. Vidaurre (2001), en su artículo "La exploración de la luz: Remedios Varo", escribe: 
"En 1955, Remedios Varo pinta un óleo sobre masonite, titulado "Flautista". Esta obra tiene una dimensión de 75 por 93 centímetros, en ella, emplea la técnica de la decalcomanía, que había aprendido con los surrealistas. 
El personaje femenino [El subrayado es nuestro porque siempre se habal de "el flautista" en masculino cuando es evidente que se trata de una mujer] se encuentra en un espacio exterior, de pie y parece emerger de un conjunto rocoso, mientras toca una flauta. 
Sobre un césped otoñal, hacia el centro del óleo, se pueden observar un grupo de rocas, cortadas en forma burda para ser utilizadas en una edificación que puede observarse en el segundo plano, se trata de una construcción de forma poligonal, en cuya fachada frontal hay una entrada y cuyo interior da lugar a una escalera. 
Esta construcción semeja una torre, todavía incompleta, en la que pueden distinguirse tres cuerpos escalonados. En el exterior se representa un espacio nebuloso que sirve de fondo a la escena."  

Detalle de "El Flautista" en el que se puede apreciar que "el flautista" tiene un rostro "de nácar" que resulta bastante femenino y que algunos de sus rasgos faciales parecen corresponder a los de la propia autora...

La propia pintora, también, nos ofrece una muy interesante interpretación personal, de esta obra pictórica suya, en una carta dirigida a su hermano mayor, el médico Rodrigo Varo. En unos párrafos concretos en los que Remedios le dice:
"El flautista construye esta torre octagonal levantando las piedras con el poder e impulso del sonido de su flauta, las piedras son fósiles [El subrayado es nuestro]
La torre es octogonal para simbolizar (algo vagamente, debo decir) la teoría de las octavas. (Teoría muy importante en ciertas enseñanzas esotéricas). La mitad de la torre es como transparente y sólo dibujada porque está imaginada por el que la va construyendo." 


Por su parte, Alan J. Friedman (2008), en “La serenidad de la ciencia” escribe:
“El flautista muestra la creación de un modelo de la teoría de la evolución. Las líneas del perfil esbozado de una torre, son la idea original del científico, las piedras de la torre son el modelo en construcción. Este modelo está hecho de fósiles, porque inicialmente es a través de lo registrado en ellos donde podemos comprobar la teoría de la evolución. Observemos los fósiles particulares que Varo ha elegido, representan formas relativamente tempranas y abundantes de la vida en la tierra: trilobites, amonites, helechos, peces. La torre será muy alta, porque estamos aún muy lejos de las formas más recientes de vida, como las personas y los gatos."
"Aquí, como en muchos de sus cuadros, Varo emplea la música para simbolizar un principio organizador. Sus científicos no hacen sus modelos con máquinas o directamente a mano, sino mediante la música, La música es una construcción deliberadamente organizada según un esquema, y por tanto aparece como agente para organizar la vida en varias de las imágenes de la creación ideadas por Varo.
El propio cuerpo del científico en El flautista parece emerger de las plantas del paisaje. ¿Acaso la evolución ha creado a los científicos para entenderse a sí misma y tal vez cambiar de curso?”

Detalles del lado izquierdo de la pintura "El Flautista" en los que se puede apreciar una serie de aspectos gráficos muy interesantes para nuestro estudio.
Se ve cómo una fuerza misteriosa, casi invisible si no estuviera representada por una fina línea curva, que va seleccionando, enlazando y elevando "mágicamente" algunas de las piedras, con figuras de fósiles en su superficie. 
También se pueden apreciar, diversas figuras que por su forma característica pueden ser identificadas como fósiles. Algunas espirales como posibles amonites o caracoles. Una en primer término y otra sobre el muro como un trilobites. Algunas otras como ramas y  hojas simples u hojas compuestas de ciertos tipos de vegetales. La piedra que levita en la parte más alta es un pez ....Sobre la parte alta del nivel inferior del muro se puede apreciar con bastante claridad algo que parece una libélula gigante fósil, otra asemeja un "fronde de helecho fosilizado...

El crítico de arte, Rafael Santos Torroella (1989), señala en su artículo “El tiempo nunca perdido de Remedios Varo”, que:
".... de acuerdo con un testimonio, esos fósiles que ha pintado Remedios Varo, son como los de la Montaña de Santa Brígida, cerca de Peracaula, en Gerona." 

Además el crítico de arte y escritor, también observa en su artículo que:
"Algunos de los elementos arquitectónicos de la torre, son característicos de la arquitectura de la población gerundense de Anglés, como son los arcos y la construcción escalonada de la torre". 

En la cúspide la ermita de santa Brígida, en el término municipal de Amer (Girona), que da nombre a la serrezuela caliza, sobre la que se asienta y de la que, según un informador procederían los fósiles que inspiraron algunos de los motivos paleontológicos de la pintura surrealista R. Varo que estamos comentando.
Imagen: Mª Clara Martínez


Juliana González (2008), en su artículo "Mundo y trasmundo de Remedios Varo" escribe:
“El prodigio de la vida corresponde al prodigio de la creación. El arte como oficio de milagro, de maravilla. Pero no se refiere a una creación “ex-nihilo”, al contrario. Con "su aliento” y con la fuerza "movil' de la música que levanta fósiles milenarios, el flautista (mago-iluminado) crea una catedral geométrica sublime. Materia y espíritu se fusionan para que aparezca la perfección. El hombre se funde con la vida vegetal y las plantas con la montaña. Los árboles son terrestres y acuáticos a la vez, unión de los elementos: tierra-mar-cielo, unión de los tiempos en el acto creador. Las cimas de las montañas y los cráteres quedan por debajo del acontecimiento milagroso. Momento supremo de la fantasía y de la vivencia de la religiosidad del artista-poeta. Obra maestra.”

La historiadora y crítica de arte, Sue Taylor (2001), en “Into the Mystic-Surrealist painter Remedios Varo” escribe:
“En El Flautista (1955), se representa un flautista órfico, con la cara de madreperla, que está encantando unas rocas fosilizadas que se elevan desde el suelo, cubierto de hierba, ascendiendo hacia el éter, para irse ensamblando en la construcción de un zigurat.
En esta representación, se puede reconocer la idea de la armonía del mundo de Ouspensky, así como la antigua noción de que la música puede relacionar y organizar todo lo existente, ambas ideas inspiran las concepciones artísticas de Varo sobre el arte, la ciencia y la naturaleza.”

El sonido mágico de la flauta que ejecuta el grácil y etéreo flautista que parece surgir del interior de una peña, es la fuerza que va elevando y ensamblando las piedras, "mágicamente". En el proceso de construcción material de uno de los lados, de una extraña torre flotante, de tres niveles y ocho caras.

En "La Ciencia de Remedios Varo", textos de autor anónimo extraídos del The New York Times-Science Forum. (2000). Se puede leer:
"Sus extravagantes, meticulosa y polivalente pinturas son muy celebres desde hace mucho tiempo en México, país en donde finalmente estableció su hogar, y ahora, 37 años después de su muerte, acaecida en 1963, la Sra. Remedios está empezando a recibir el reconocimiento internacional que incluye la admiración de un grupo social que no siempre ha sido reconocido por su cultura artística: la comunidad científica."

"En un simposio celebrado en el Museo Nacional de las Mujeres en las Artes, el Dr. Friedman comentó los numerosos mensajes que para los científicos e ingenieros contiene la obra de la Sra. Remedios Varo. Describió cómo la artista expresó en sus pinturas, de forma metafórica, algunas de las teorías científicas más revolucionaria y más compleja de su tiempo, desde la teoría especial de la relatividad, de Einstein y la teoría de la evolución por selección natural, de Darwin, hasta la premisa de que los seres humanos están hechos de misma materia de que están compuestas las estrellas, sus cuerpos están construidos con elementos generados en hornos solares hace millones o miles de millones de años."

"Varo ha intentado transmitir, especialmente, los momentos más profundos y creativos en la vida de un científico, aquellos cuando el investigador, por primera vez, se atreve a imaginar un universo alternativo, creando un nuevo modelo de cómo funcionan las cosas que difiere radicalmente de los modelos anteriores. Lo que estuvo haciendo, de manera única entre los artistas de su época, fue representar estos momentos fundamentales del descubrimiento científico que son tan emocionantes para el científico, al darse cuenta de que este acto central de la imaginación científica, el del libre juego creativo de la mente, es muy similar a lo que hacen los artistas."

Retrato de Remedios Varo, en su estudio de ciudad de México, hacia 1960, a finales de su etapa vital. 

"La Sra. Remedios Varo era una ávida lectora de publicaciones de ciencia ficción, pero también de las de algunos respetables divulgadores de la ciencia, tales como Fred Hoyle e Isaac Asimov. A través de la lectura de sus escritos adquirió conocimientos sobre Cosmología, Evolución biológica y Genética. 
En una pintura suya, "El Flautista", el músico podría ser visto como un sustituto de Charles Darwin, que está construyendo una torre que simboliza la teoría de la Evolución, con piedras que contienen antiguos fósiles de trilobites, de peces, de helechos y de amonites, en forma de espiral. La música le sirvió a la Sra. Remedios como un principio de organización, y así es como representa que el sonido de la flauta está ayudando a organizar el registro fósil en la construcción de la poderosa torre de la evolución."



A modo de conclusiones personales.

Después de tantas elucubraciones artístico-filosóficas, algunas expresadas por la propia artista y otras por algunos estudiosos, simpatizantes de su obra, en cuanto a la elección, función, significado y procedencia de los fósiles que pintó, en 1955, Remedios Varo, en "El Flautista" estando ya instalada, de forma permanente, en México, tras un largo y agitado periplo vital, pocas cosas más podemos añadir nosotros, que no sea algo tan obvio y tan poco original como ¡Cuanta imaginación demuestran tener los artistas cuando plantean sus creaciones plásticas! o ¡Cuanta fantasía tienen que aplicar algunos estudiosos y críticos de arte cuando deben comentarlas!

En primer lugar, a pesar de que los fósiles, por posición, tamaño, abundancia y detalle, parecen ser un elemento importante en la concepción, composición y realización de la pintura de Remedios Varo, nótese, que en ningún momento, la propia artista, menciona explícitamente la teoría de la Evolución. Tampoco sugiere ninguna intencionalidad concreta en la inclusión de las piedras con fósiles en esta obra suya, son los comentaristas de su obra los que le otorgan, a los fósiles representados, unas funciones simbólicas concretas y hasta una determinada y lejana procedencia geográfica.

En segundo lugar, también debemos remarcar la escasa fiabilidad que, desde nuestro punto de vista, merecen algunos testimonios anónimos, cuando atestiguan la supuesta procedencia geográfica, de unos fósiles concretos algunos de los que son paleozoicos y de otros mesozoicos que, según ese mismo testimonio anónimo, habrían servido como modelos de inspiración para la autora, en la creación de algunas de las imágenes representadas en "El Flautista". 
Nos referimos, a la dudosa existencia de unos supuestos e hipotéticos fósiles "reales" que deberían poder encontrarse en la montaña de santa Brígida, en la localidad gerundense de Amer. Si esta hipotética procedencia geográfica no fuese, geológicamente, imposible por razones litológicas y cronológicas. Tal como nos ha acabado confirmando el reconocido paleontólogo Jaume Gallemí, conservador de la colección de Paleontología, del Museu de Ciències Naturals, de Barcelona:
"Peracaula es un núcleo habitado unos 2 km al NE de Sant Martí de Llémena (Girona). Santa Brígida, como bien dices, es en término de Amer. Sant Martí de Llémena es el NE de Amer y la distancia entre Santa Brígida y Peracaula es de algo más de 4 km en línea recta. Todo lo anterior proviene de la página web del Instituto Cartográfico de Cataluña. 
Si nos fijamos ahora en la geología de ambos lugares, resulta que se encuentran "instalados" por encima de conglomerados y areniscas de facies continentales del Paleoceno, justo en la base de las calizas con nummulites que suelen formar taludes y despeñaderos bastante característicos en toda esa zona y de edad considerada Luteciana (Eoceno).
Consecuentemente los períodos geológicos correspondientes a las "helechos", "trilobites" y "amonites" figurados por R. Varo en "El flautista", no se corresponden con los materiales geológicos aflorantes en toda esta zona gerundense. Ni nunca han mencionado restos de "peces" fósiles en estos materiales eocenos. 
Varo era nacida en Anglés, pero tampoco en los alrededores de esta última localidad se conocen restos de ninguno de los organismos representados (predominan rocas ígneas y metamórficas de alto grado). 
Creo que eso es todo lo que puedo decirte al respecto."

En tercer lugar y, desde nuestro punto de vista, en esta obra, como en muchas otras de la etapa surrealista mejicana de esta autora y a pesar del lenguaje oscuro y polivalente de las oníricas metáforas visuales que utiliza que por su propia naturaleza polisémica e irracionalista, se prestan a demasiadas interpretaciones, creo que en las obras de Remedios Varo, pretendidamente cientifistas según sus apologistas, existen muchas más referencias, implícitas y explícitas, hacia una percepción del mundo que es más propia de las concepciones de la realidad, de la magia y de la alquimia que no de las perspectivas que sobre situaciones naturales y sociales suele proporcionar el pensamiento racionalista y la práctica científica. La visión mágico-alquímica del mundo, de la Remedios Varo surrealista, queda expresada en sus obras, a través de la extraña parafernalia tecnológica que instala en sus escenarios, de las imposibles situaciones escogidas y del aspecto y la gestualidad, generalmente inhumanos, que manifiestan los personajes representados. Afirmaciones personales que pueden ser contrastadas, fácilmente por cualquiera, mediante el uso del buscador de imágenes en Internet.



Fuentes:

- Anónimo, 2000. "The Science Of Remedios Varo", Excerpts from The New York Times-Science Forum. http://serandipity.50megs.com/inform.html 
- Friedman, Alan J. 2008. “La serenidad de la ciencia”, en Remedios Varo: Catálogo razonado. 4ª edición. 2008 Gruen, Walter (Edit.) México, D.F. Ediciones Era, p. 85.
- Gallemí Paulet, Jaume. 2009. Comunicación personal, vía e-mail, del 25/11/2009
- González, Juliana. 2008. "Mundo y trasmundo de Remedios Varo", en , D.F. Ediciones Era, p. 93-94
- Santos Torroella, Rafael. 1989. "El tiempo nunca perdido de Remedios Varo: algunas claves para su pintura", en Remedios Varo (Catálogo editado con motivo de la primera retrospectiva de Remedios Varo en España), Madrid, Fundación Banco Exterior de España, 1989, pp. 56-57.
- Taylor, Sue. 2001. “Into the Mystic-Surrealist painter Remedios Varo”, Art in America, April.
- Varo, Remedios. 2008. “Comentarios de Remedios Varo, a algunos de sus cuadros, dirigidos a su hermano el doctor Rodrigo Varo”, en Remedios Varo: Catálogo razonado. 4ª edición. 2008 Gruen, Walter (Edit.) México, D.F. Ediciones Era p. 112
- Vidaurre Arenas, Carmen. 2001. "La exploración de la luz: Remedios Varo", Clío Nº 20.

domingo, octubre 25

Usos lúdicos, populares y tradicionales, de los fósiles ibéricos (1)

Por Heraclio Astudillo Pombo, DMACS, UdL.


Introducción.

A lo largo de la historia, los fósiles no sólo han conseguido atraer la atención de los adultos, también han captado la atención de los niños y niñas que habitaban en lugares próximos a sus yacimientos fosilíferos. Con la consecuencia lógica, de que en algunos casos, determinados fósiles fueron incorporados a sus actividades lúdicas, de una manera selectiva, pues sólo integraron al repertorio de juegos y entretenimientos infantiles, aquellos tipos de fósiles que debido a ciertas propiedades morfológicas particulares, se adaptaban mejor a ciertos usos recreativos. Los ejemplares escogidos pasaban a obtener la consideración de verdaderos juguetes infantiles, utilizados en ciertos juegos tradicionales. En otras ocasiones también se usaron como “moneda de cambio”, en aquellos juegos en los que los jugadores podían ganar o perder algún tipo de objetos de su propiedad, según el éxito o el fracaso que le proporcionase su habilidad y su buena o mala suerte, pues se trataba de modalidades de juego en los que para participar, los jugadores debían apostar objetos en cada partida que se jugaba.

La totalidad de los casos de usos lúdicos de fósiles que se presentarán en esta sección, pertenecen a un pasado histórico no muy lejano en el tiempo, pues una gran mayoría de ellos, aún se practicaban, asiduamente, hasta mediados del pasado siglo XX. No obstante, en el momento presente, en el que gozamos de las condiciones y padecemos las consecuencias de vivir en una sociedad industrializada, altamente tecnificada y excesivamente influida por la publicidad, es muy posible que los usos lúdicos tradicionales de los fósiles que mostraremos, puedan parecerle a los lectores de origen urbano, relativamente, jóvenes, como un tipo de juegos y pasatiempos infantiles, extraídos de la más remota prehistoria hispana. Aunque en algunos casos, podrían tener en parte, razón pues hay indicios y prubas suficientes como para poder creer en unos casos y poder demostrar en otros, que diversos juegos contemporáneos pueden tener un origen muy antiguo, pues ciertos documentos históricos hacen referencia a juegos muy parecidos o idénticos, practicados por los niños y niñas de hace centenares o miles de años.

Moneda romana, acuñada en el año 256, en Efeso (Jonia), representando por el anverso el busto laureado del joven emperador Valeriano II, y por el reverso a dos chicos que juegan con tabas ("tali", en latín y "astragaloi", en griego), detrás ( más arriba) de ellos, se ha representado una estatua dedicada al culto de la diosa Artemisa Ephesia, situación particular que nos permite pensar en un uso más religioso que lúdico, en algun ritual de tipo oracular.
Imagen: http://www.vcoins.com/ancient/incitatuscoins/store/catalog/sevalex77TN.jpg

Todos los usos lúdicos, populares y tradicionales, de fósiles que mostraremos en esta sección, pretenden poner de manifiesto la extraordinaria capacidad de improvisación infantil, en épocas pasadas, cuando las condiciones de aislamiento geográfico y la falta de medios económicos familiares, impedía a la prole de las clases populares, poder disfrutar de juguetes de producción artesanal o industrial. En estas austeras circunstancias la falta de medios materiales era ingeniosamente suplida por la capacidad creativa, de los propios niños y niñas, que sabían incorporar, a sus juegos, muchos de los elementos naturales existentes en el propio entorno geográfico, entre ellos los fósiles, ya fuera integrándolos de forma directa, usándolos en bruto, o tras algún sencillo procedimiento de transformación para modificar alguna de las características naturales, originales, para conseguir que se adaptasen mejor a su función o manipulación lúdicas o bien para que resultasen más atractivos o más fáciles de identificar por sus propietarios.

Ilustración costumbrista, de autor desconocido, representando a dos niños jugando una partida de bolas, a la salida de la escuela, observados atentamente por un tercero que ejerce de aprendiz. Por el atuendo y el escenario, podemos suponer que se ha representado una situación recreativa, anterior a 1960, en un entorno rural.
Imagen: http://lourdesquinteiros.com.ar/juego-arte-terapia-aprendizaje.phpaje.php

Posiblemente, muchos de los nombres populares asignados, localmente, a ciertos fósiles cuya única función social era la exclusiva o fundamentalmente lúdica, se deban a la denominación impuesta por sus usuarios infantiles, pues inicialmente, era para las únicas personas de la comunidad que tenía utilidad dotar a ciertos tipos de “piedras especiales” que sólo servían para jugar, con algún nombre particular que las identificase. Con el paso del tiempo estos mismos nombres de creación infantil se habrían acabado por extenderse y generalizarse entre la población adulta de la localidad.



Fósiles usados como juguetes, en diferentes juegos tradicionales, en diversos lugares de España.



- Los "bastonets" de Sallent d’Organyà (Lleida)

En la localidad leridana de Sallent d’Organyà, también conocida como Sallent de Nargó y Sellent de l’Alt Urgell, situada en la comarca de l’Alt Urgell, provincia de Lleida, antaño los niños buscaban y recogían por los alredores de la población mencionada, unas largas piedrecillas cilíndricas, a las que denominaban “bastonets” (cast. palitos). Luego las   utilizaban como material de construcción, en sus juegos de representación simbólica de las actividades rurales de los adultos. Con ellas realizaban pilas de troncos, empalizadas y cercas para el ganado, hitos, columnas y pilares, etc.

En realidad, aquello "palitos petrificados" eran de rostros fosilizados, enteros pero despuntados, de ciertoas géneros de belemnites jurásicos.

Aspecto de los "bastonets" utilizados, antaño, por los niños de Sallent d’Organyà (Lleida), en sus juegos.
Imagen: http://paleopolis.rediris.es/cg/CG2009_M01/index.html



- Las “boles” de Tona (Barcelona).

En la localidad barcelonesa de Tona, en la subcomarca de la Plana de Vic de la comarca de Osona, provincia de Barcelona, antaño, los niños iban a a recoger en el llamado “Turó del Castell” (cast. cerro del Castillo), uno de los muchos cerros testimonio que abundan en la zona, cercano a la población, unos nódulos calcáreos esferoidales, a los que llamaban “boles” (cast. bolas). Estos nódulos, solamente, podían encontrarse incluidos en un determinado tipo de margas, de los diversos niveles margosos que constituyen los estratos de estos cerros del Terciario. Este tipo de nódulos siempre contienen en su interior, fragmentos fósiles de esponjas marinas silíceas, de diversos géneros y especies poco conocidas, predominando las hexactinelidas. Corresponden al mar Eoceno  que en la época Bartoniense-Priaboniense ocupó esta zona.

Aunque esta foto corresponde a la localidad de Eype, un pequeño pueblo de Dorset (Gran Bretaña), sirve perfectamente para ilustrar el caso de las capas de margas terciarias, con "boles", de Tona. http://www.discoveringfossils.co.uk/seatown_eype_clay_member_nodule_bed.jpg

El juego, cuyo nombre ignoramos, consistía en salir a encontrar las mejores “boles”, seleccionarlas según su esfericidad y tamaño, óptimos, para luego usarlas en una animada competición de rodamiento pendiente abajo, en algún talud natural, dotado de la pendiente adecuada y algunos obstáculos, para así poder demostrar el grado de perícia de los diversos jugadores. Ganaba el jugador que en una serie de intentos o carreras de bolas, conseguía hacer llegar sus “boles, más lejos que todos los demás.


- Las “boletes” de Amer (Girona).

En la localidad gerundense de Amer, en la comarca de la Selva, provincia de Girona, en Cataluña, antaño, los niños iban hasta el denominado "Serrat de les Boletes" (cast. Sierrecilla de las Bolitas), a recoger unas piedrecitas calcáreas más o menos esferoidales, a las que denominaban “boletes” (cast. bolitas). Estas piedrecillas eran, en realidad, fósiles de erizos de mar del Eocenos, de la especie Ditremaster nux (Desor, 1853).


Aspecto de dos ejemplares de Ditremaster nux, el de la izquierda, en vista dorsal y el de la derecha en vista ventral. Ejemplsres procedentes de las Lomas de Garbi, en Villafranqueza (Alicante)
Imagen: http://www.philfossil.de/Tertiaer/Alttertiaer/b905.jpg

Ignoramos por completo, el uso lúdico que se les daba a estos pequeños erizos fósiles, pero no no extrañaría que por su nombre, forma y dimensiones pudiesen haber sido utilizados como canicas, de la misma manera que en otros lugares de la geografía española, antiguamente, se usaron diversos objetos naturales de forma esferoidal, tal como cantillos de río, agallas de roble, avellanas o incluso con ciertos tipos de nueces o de bellotas, en alguna versión local, de las muchas modalidades que de este juego tan popular, se han practicado por todos los rincones de la península.


- Los “bolos” de Albanchez de Mágina (Jaén).

En la localidad jienense de Albanchez de Mágina, en la comarca de la Sierra Sur o de Sierra Mágina, provincia de Jaén, en Andalucía, antaño, los niños recogían unas piedras esferoidales que se encontraban en cierto lugar de la sierra, llamado "El Torcal", a las que denominaban "bolos". Este tipo de piedras que son llamadas oncolitos por los geólogos, eran en realidad un tipo de concreciones calcáreas, (estromatolitos) formadas por bioprecipitación, durante el Mioceno, por cierto tipo de cianobacterias, antes conocídas como algas marinas azules o azul-verdosas, microscópicas, llamadas cianofíceas.

Aspecto de un talud del terreno, en el que se puede observar el afloramiento de abundantes "bolos", objetos que para los geólogos, son simples oncolitos estromatolíticos.Photographie : Pierre Thomas
http://planet-terre.ens-lyon.fr/planetterre/objets/Images/stromatolithes/stromato-17.jpg/thumb?width=300

El juego se iniciaba con "la caza" (búsqueda, selección y recogida) de los mejores “bolos”, que luego serían usados, en competiciones consistentes, en unos casos, en dejarlos caer rodando “a peso” desde la parta alta de un talud y en otros, impulsándolos con toda la fuerza posible, pendiente abajo. El juego lo ganaba el jugador más habilidoso que conseguía más veces que sus bolos llegasen lo más lejos posible del punto de salida.

Continuará

domingo, agosto 30

Segundo Aniversario de FFI

Fin de vacaciones...
Pero celebramos el segundo aniversario del blog FOLKLORE DE LOS FÓSILES IBÉRICOS.


Apreciad@s lector@s del FFI,

Se nos acaba el mes de vacaciones, pagadas, y percibo, sin ninguna angustia que, inexorablemente, se va acercando el día 1 de setiembre, día de volver al curro.... aunque preferiría continuar vacacionando algunos días más.
Pero ¿Quien dijo miedo, inquietud, ansiedad, angustia, o sea, síndrome post-vacacional?
¡Nada de eso, sino todo lo contrario!  
Porque dener un sitio en donde poder currar, sin fecha de cese, indefinidamente, en condiciones, mínimamente, agradables y que permite cobrar, regularmente, un sueldo normalito... 
¡En estos tiempos de trabajos basura, empleos temporales y ocupaciones en precario, es una gran suerte, casi, un privilegio!

Además, la fecha de hoy, el 30A, me recuerda que justo hoy estamos de aniversario... ¡En el FFI , se cumple el segundo ya! Hemos resistido 730 días colgando curiosidades paleontológicas o información etnopaleontológica en el ciberespacio... ¡Y parece que era ayer! Cuando empezamos a "bregar contra viento y marea" para poder sacar, cada mes, un articulito de divulgación etnopaleontológica, en el que ir mostrando a nuestr@s 'seguidor@s' algunos de los aspectos más atractivos, por desconocidos, sorprendentes y curiosos, derivados del trabajo de investigación académica que estamos llevando a cabo.

Así es que eufórico por el evento conmemorativo del día de hoy, he decidido organizar para todos nosotros una pequeña exhibición audiovisual de tipo musical, en la que el tema de referencia de las canciones es "el acto de trabajar para conseguir unos objetivos" y algunas de sus particulares relaciones con algunas "situaciones, condiciones y motivaciones personales, colaterales", es decir, que las actuaciones seleccionadas, han sido escogidas porque las letras de las canciones tienen algún tipo de mensaje, más o menos relacionado, con la conmemoración que hoy celebramos.

La exhibición audiovisual que hoy os ofrecemos cuenta con la cooperación, imprescindible, de "Youtube" y las contribuciones muy especiales e irrepetibles de tres famosísimos músicos-cantantes, que no han podido rechazar mi seductora y convincente invitación, a nuestra fiesta de aniversario.

En primer lugar, está previsto que actue el amigo Merle Haggard y su banda que nos presentarán su memorable y estimulante interpretación de "Working Man Blues"

A continuación, actuará "el Boss", Bruce Springsteen y su banda que nos ofrecerán una emotiva e inolvidable interpretación de "Working on a Dream"

Y cerrará la sesión de hoy, un maduro Glen Campbell que interpretará una versión intimista y relajante de "Wichita Lineman", más o menos, acompañado, por el grupo "The Stone Temple Pilots".

Creo que no hace falta recordaros que aunque yo he elaborado el programa festivo, vosotros podéis serviros a vuestro gusto y que, ni los músicos ni yo, vamos a disgustarnos por que, al final, elijáis vosotros y hagáis vuestra soberana voluntad.

Inspirad profundamente, relajaros y disfrutad... porque va a empezar nuestro micro-concierto y "con esto y con un bizcocho, podremos aguantar hasta pasado mañana a las ocho!






Lo siento, pero hoy hay algunas restricciones en youtube, así es que si queremos que el Boss, actúe para nosotros, hay que ir a buscarlo al estudio en donde está haciendo unas pruebas de grabación, en:
http://www.youtube.com/watch?v=9x_TpslzEew
pero creo que este mínimo esfuerzo merece la pena, por el placer de disfrutar de su música...


Imagen: Coveralia







domingo, agosto 16

Sobre los diversos y extraños nombres de los fósiles (6).


por Heraclio Astudillo Pombo. Departament de Medi Ambient i Ciències del Sòl. Universitat de Lleida.

Sobre las diversas nomenclaturas utilizadas para la denominación de los fósiles. (6ª parte)


El caso de los distintos tipos de "panecillos petrificados", hallados en sitios alejados geográficamente



Prosiguiendo con el estudio de los fundamentos populares para la elaboración de los nombres vulgares de los fósiles (etnopaleontónimos), vamos a presentar el caso de un tipo de fósiles que no presentan la misma problemática del caso precedente. En este caso se trata de dos tipos de fósiles de tamaño mediano que, antaño, antes de la recogida comercial masiva y intensiva, resultaban bastante abundantes en sus yacimientos naturales, hoy día es más fácil encontrarlos en las tiendas virtuales de minerales y fósiles, a precios increíbles, circunstancia que anima a los recolectores profesionales a continuar con su expolio.

Ya hemos podido ver, en casos anteriores, que los nombres vulgares acostumbran a ser muy descriptivos pues, con frecuencia, hacen alusión a la semejanza que muestra la forma del fósil con la de algún objeto bastante común, de procedencia natural o artificial. Otras veces alude al parecido de su naturaleza material con la de ciertos materiales comunes, naturales o artificiales, existentes en el entorno próximo de la comunidad que le ha dado nombre.


Pieza de pan, del tipo hogaza, redondeado, abombado por la parte de arriba y aplanado por la de abajo y con incisiones radiales en la parte superior, al que se asemejan bastante los fósiles valencianos 
Imagen: El Aderezo 

Pero no siempre, el criterio de semejanza formal o de composición o incluso de supuesto origen legendario que se aplicaba, localmente, con total fundamento y validez local, se ha mostrado suficientemente válido como un buen nombre identificativo de uso general, especialmente, cuando era inventado y aplicado por comunidades de territorios alejados geográficamente, aunque pudieran estar relativamente próximas culturalmente, pues el sólo criterio de semejanza podría inducir a confusión, ya que fósiles muy distintos, desde el punto de vista de la taxonomía biológica, pueden tener formas y aspectos más o menos semejantes, con los de un mismo tipo o categoría de objetos de referencia.

Tipo de pieza de pan, tradicional, alargado, abombado por la parte de arriba y aplanado por la de abajo, con una larga incisión longitudinal en la parte superior, al que se asemejan los fósiles catalanes 
Imagen: Backwaren Gormet


Un buen ejemplo de este tipo de casos, sería el de algunos tipos de fósiles de diferente naturaleza zoológica que son semejantes a pequeños panes o bollos. A causa de esta semejanza entre el fósil y algún tipo de bollos o panecillos la gente empezó a llamarlos "panecillos".  El hecho de que además se haya querido relacionar estos   
"panecillos" de piedra con las brujas o con los moros, no puede ser una simple casualidad lingüística, forzosamente ha de haber tenido alguna motivación o intencionalidad. Desgraciadamente, por mucho que se ha buscado, no se han podido encontrar documentos filológicos ni etnológicos que expliquen la causa de tal asociación de palabras.

En el Prepirineo de Lleida, en la comarca del Pallars Jussà (Catalunya), se aplicaba el nombre vulgar "panets de bruixa" (cast. panecito o panecillo de bruja), a unos fósiles de corales solitarios del Cretácico, del género Cunnolites (Cyclolites) sp.


Aspecto del  llamado "panet de bruixa" ("panecillo de bruja"), catalán, correspondiente a un ejemplar de la especie Cunnulites (Ciclolites) ellipticus, de unos 10 cm. de diámetro.
Imagen: 

El nombre"panets de bruixa", se aplicaba en la comarca alicantina de la Marina Baixa (Comunidad Valenciana), a los fósiles de diversos géneros de erizos de mar, del Eoceno, pero sobre todo, a los de la especie Conoclypus vilanovae.

Aspecto de un par de "panecillo de bruja", valencianos, también denominados "panet de bruixa", pero en este caso corresponden a dos ejemplares de la especie Conoclypus vilanovae, en vista dorsal (ejemplar izquierdo) y ventral (ejemplar derecho), ambos de unos 8 cm., de diámetro, del Luteciense (Eoceno) de Agost (Alicante). 
Imagen: Fotografia original de J.R. Pastor Aliaga

Además del nombre vulgar, más frecuentemente utilizado por la mayoría de la población de una localidad o comarca, en ciertas localidades, también, se usaban otros nombres más o menos sinónimos y de motivación semejante, y de uso más minoritario, tales como:  "panet""panet de pedra", "panet del diable" y "panet de moro".


Criterios, populares, usados para imponer la respectiva denominación, a ambos tipos de fósiles paniformes

Si, en ambos casos, analizamos la posible motivación onomástica, la primera palabra del nombre popular remite a la analogía de formas. El fósil se asemeja a un tipo de pan pequeño o panecillo. 
La segunda palabra, remite a un supuesto origen no habitual o extraordinario: la petrificación y miniaturización de auténticos panes humanos, por medio de malas artes mágicas (brujería) o por efecto de un milagro divino.
Según la creencia popular los magos moros y las brujas, presuntamente, estaban dotados de poderes sobrehumanos de origen diabólico, por medio de los que podían realizar ciertas transformaciones, antinaturales de cualquier clase de objetos o persona, mediante el uso de conjuros y encantamientos.
Existen varias leyendas en nuestro país en las que se narra que un rey moro transforma su palacio en una cueva y a su hermosa hija en una horrible serpiente para que vigile y defienda sus tesoros ocultos. Esa 
hermosa muchacha convertida en monstruo solamente podrá recuperar su anterior forma humana, cuando en la noche mágica de san Juan, un mozo suficientemente valiente y astuto es capaz vencer todos los peligros que lo estarán acechando en el difícil camino que conduce al tesoro y a la serpiente que lo defiende, entonces serà desencantada aquella temible "mora encantada" y el tesoro y la muchacha serán suyos. 

Pintura costumbrista que representa la supuesta historia de amor entre la bella princesa omeya Wallada y el apuesto poeta Ibn Zaydun, sucedida en Córdoba, capital del califato de Córdoba, en el siglo XI.
Imagen: Historias de la historia

Antiguamente en las Baleares se contaba que los moros mediante encantamientos eran capaces de transformar sus monedas de oro en caparazones de caracoles que luego ocultaban en cuevas y en antiguos sepulcros, solo los payeses más afortunados conocían ciertos métodos mágicos para desencantar aquellos caparazones de caracol y obtener las monedas que ocultaban en su vulgar apariencia.
Pero nunca hemos hallado leyendas que narrasen
 que los magos moros realizasen la petrificación de objetos vulgares como son los panes o las monedas. Sí hemos leído relatos legendarios en los que magos moros con su magia eran capaces ocultar palacios y tesoros bajo tierra, dentro de montes o en el interior de cavernas, guardados por ciertos tipos de seres monstruosos como dragones o serpientes. 

Las leyendas de moras encantadas están tan enraizadas en el imaginario popular español, protagonizando infinidad de leyendas locales, que hasta se le han dedicado calles y plazas. En este caso particular en la localidad de Tarancón, en la provincia de Cuenca (c. a. de Castilla-La Mancha). 

Sabemos de relatos legendarios referidos a ciertos casos de gentes de mal corazón y conducta poco caritativa con los pobres mendigos,  casi siempre se trataba de judíos, moros o malos cristianos, que reaccionaban muy mal ante la frase imploratoria "una limosna por el amor de Dios". Tales personajes avariciosos y de mal corazón fueron castigadas por no querer dar unas monedas o pan a un pobre mendigo hambriento o a una pobre viuda con hijos pequeños, quienes se lo había solicitado "por caridad y amor a Dios". 
A continuación y espontáneamente, toda su provisión de panes o todo su dinero (monedas), se petrificó milagrosamente. 

Estampa costumbrista representando a una familia de mendigos recibiendo unas monedas como limosna, en la puerta de una casa, de mano de un propietario adinerado. Grabado a punta seca, realizado por Rembrandt van Rijn, en 1648. 
Imagen: Meisterdrucke

Con este tipo de transformación milagrosa, de origen celestial y finalidad punitiva, el alimento básico o el dinero de aquella persona egoísta y de mal corazón, dejaba de tener utilidad y perdía todo su valor. De esta manera tan radical el significado del mensaje divino quedaba claro para aquella mala persona y el castigo recibido por una sola persona resultaba ejemplarizante para todas las demás, invitándoles a no seguir el mismo tipo de inclinación y no repetir su mal comportamiento.

En este caso particular, hemos podido comprobar la confusión que puede inducir el hecho de usarse el mismo nombre vulgar para identificar objetos tan diferentes en sí mismos. Porque aunque puede resultar útil para identificar 
 localmente un tipo de fósiles resulta confuso cuando se usa en otro marco cultural y geográfico. Pues se aplica una misma denominación a dos tipos de fósiles muy diferentes que tienen en común la cualidad de asemejarse en su forma externa a un pequeño pan de piedra. 
Por otra parte se puede comprobar que, al tratarse de una denominación vernácula, si no se tratase de palabras tan semejantes a sus sinónimos castellanos, cuando se usaran fuera de su marco cultural y geográfico, se perdería la comprensión de su verdadero significado. Cosa que también pasaría cuando se usasen fuera del estricto territorio comarcal catalano-parlante (Catalunya-València) propio de cada uno de ellos. 
La opacidad de tales denominaciones vulgares vernáculas, aumenta aún más aún cuando se parecen poco o nada a sus sinónimos castellanos, y se usa fuera de su ámbito lingüístico y geográfico, pudiendo llegar a resultar incomprensible o muy difícilmente comprensible, en otro territorios lingüísticos.

El problema de los nombres vulgares, es que, como hemos mostrado en este caso particular, en muchos otros sucede, lo mismo. La coincidencia de la nomenclatura popular, sólo sirve para crear confusión, en cuando se superan las fronteras idiomáticas y geográficas pues el nombre creado consigue igualar la identificación nominal "de mala manera" de objetos muy diferentes. Esto sucede, involuntariamente, pero llega a igualar por sinónimia, a objetos muy distintos y pertenecientes a categorías zoológicas distintas, puesto que se elegieron como referencia denominativa, ciertos aspectos que eran en realidad muy anecdóticos o demasiado genéricos.